Cuando se renueva el abono anual, lo que llaman en Braga "a cadeira anual" (la silla anual, sería traducido), comienzan a sentirse de nuevo las ilusiones que el fútbol cada verano revitaliza. Es, a partir de ahí, cuando el adepto, el seguidor del Braga, comienza a sentir cierta ansiedad, porque echa ya en falta las jornadas futbolísticas a las que asiste al menos cada quince días... Y después de dos temporadas rellenas de tanta gloria, la ansiedad, querámoslo o no, está en notable aumento...
Pero, en el ambiente que rodea al Braga, un verano más, no hay desconfianza, sino -como es habitual- confianza plena en lo que hagan los dirigentes, con el presidente António Salvador a la cabeza. Los aficionados saben que el plantel -una vez más- tendrá muchísimas novedades. Marcharon muchos, quedaron pocos. Como diría nuestro amigo Costa, ese gran aficionado del Braga residente en Guimaraes, al menos el Sporting de Lisboa no se ha llevado al utillero... Lo que Costa no dijo es que el utillero jamás se iría al SCP porque sin el SCB no podría vivir... Otros, obviamente, en cuanto les rellenan la cartera con billetes, olvidan sus proclamados amores y salen corriendo y haciendo válida la gran verdad de que no tienen más corazón que la cartera.
Pero bueno, en el Braga ya estamos acostumbrados a estas salidas de jugadores y técnicos. Y como bien se ha demostrado, nadie es imprescindible. Otros vienen y seguro que lo harán con tanta o más ilusión que los anteriores. Todavía con fichajes por llegar, pero con buen número de contrataciones ya alcanzadas y cerradas, el Braga de Leonardo Jardím comienza a ser una realidad. Vamos a ver qué da de sí este técnico del que tan buenas referencias se tienen. Hay muchas esperanzas depositadas.
Este año, el Braga ve menos hacia Sudamérica en las contrataciones y más hacia el propio mercado portugués. Escarmentados por lo sucedido en el verano-otoño pasado con aquella serie de determinados brasileños que trajeron más conflictos que sosiego, en el Braga han preferido no arriesgar y obrar más sobre seguro. No se excluye nacionalidad alguna, pero preferentemente, jugadores que estén ya aclimatados a Portugal y al fútbol portugués. Y cuya conducta fuera de los terrenos de juego, en lo posible, se conozca bien, para evitar sorpresas y novias presentando denuncia en comisaría.
La temporada pronto comenzará. Y el Braga va a por todas, como es habitual de un tiempo a esta parte. Luego, los acontecimientos dirán, pero de inicio, que no quepan dudas, vamos a aspirar a lo más alto en todas las competiciones. Demostrado está, por el propio Braga, que muchas veces, los sueños pueden transformarse en magníficas realidades...
É BRAGA!!
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