2 años ya de la muerte de don Eduardo Melo Peixoto : "Todos somos pocos para empujar al Braga..."

Ahora que la Pascua para el SCB fue feliz, ahora que vamos en el camino de Pentecostés, que puede ser la confirmación de que la Champions é nossa, se me ocurre a mi que deberíamos recordar a una ilustre figura del braguismo, apasionado de este gran Sporting Clube de Braga, que nos dejó hace ahora 2 años ya. 

El próximo 19 de abril se cumplirán dos años de la muerte del reverendo monseñor don Eduardo Melo Peixoto, el muy popular, querido y afamado Cónego Melo (así, como era más conocido), que además de sus ocupaciones eclesiásticas fue inolvidable Presidente do Conselho Geral do S.C.Braga. Precisamente a el se debe -entre otras cosas- su capacidad de persuasión e influencia para que la presidencia del club no quedase vacante en momentos difíciles; y se habla que fue el quien persuadió a António Salvador para dar el paso al frente y dirigir al Braga en esta su última etapa.

Sea como fuere, Cónego Melo fue -y seguirá siendo- un personaje inolvidable, de recia presencia, de formidable estampa, de enorme capacidad de palabra, de atracción para las gentes de toda condiciòn, siempre expectantes por oirle en toda situación y causa, fuere eclesiástica, social o... deportiva (en relación a "su" Sporting de Braga que tanto amó).

Le conocí personalmente una noche del verano anterior a su muerte. Cenaba -muy sobriamente por cierto- en compañía de unas jóvenes familiares, en una mesa situada al lado de la nuestra, en un restaurante del llamado Campo das Hortas (creo que era el  restaurante "Inácio"). Ya casi al final, coincidimos de pie, cerca de los servicios... le saludé espontáneamente, respondió muy educado y correcto; en cuanto le dije que era adepto de muchos años atrás del Sporting de Braga... la sonrisa noble y cordial inundó su rostro. "Todos somos pocos para empujar al Braga...", me dijo finalmente, mientras me estrechaba la mano y me daba una palmada. Unos meses después, cuando supe de su muerte, me quedé muy impactado. Ciertamente.

A mi se me ocurre que no estaría de más, en este fin de semana, o el próximo lunes, que una comitiva del Enorme se desplazase hasta la tumba de Cónego Melo y depositase allí un recuerdo floral, simbolizando en este hombre -al mismo tiempo- el recuerdo a todos los socios del Braga ya fallecidos a lo largo de décadas y décadas... adeptos ferrenhos todos ellos que con Cónego Melo a la cabeza, llevan esta temporada meses sentados fin de semana tras fin de semana, en las bancadas del Cielo, enarbolando sus bufandas y banderas y gritando, como en vida y durante tantos años  hicieron : Braga!, Braga!!... 

Ellos, los que físicamente no pueden estar ahora, en este gozoso final de Campeonato en donde el Braga va a hacer auténtica historia, se merecen en esta hora de gozo y júbilo general de todos los braguistas, ser recordados.

Este pequeño homenaje -ofrecer simplemente unas flores- a Cónego Melo, en el segundo aniversario de su muerte, sería -simbolizado en el- el homenaje a todos los braguistas fallecidos, que soñaron durante muchos años -pero nunca pudieron ver ni disfrutar- con que este día de un Braga subcampeón -y de Liga de Campeones- llegaría, como va a llegar sin duda, el próximo mes de mayo...

La figura de  Cónego Melo, cuyo recuerdo imperecedero estará siempre con los aficionados del Sporting Clube de Braga -club al que tanto amó-, en el segundo aniversario de su muerte, nos trae así el recuerdo de todos los braguistas que en sus vidas -ya extintas- sufrieron con los momentos difíciles y gozaron con los no demasiados momentos felices que el club a lo largo de su dilatada historia deparó. Muchos de ellos, miles sin duda, ya no están aquí, ni siquiera vivieron esta última década de indudable expansión, crecimiento y logros... 

Sobran motivos para acordarnos de ellos, como hoy lo hacemos, a propósito de la figura enorme de don Eduardo Melo Peixoto. 

Sobran lugares, en el enorme espacio del estadio municipal de Braga y las zonas verdes anexas, para allí situar un elemento ornamental, artístico, una gran piedra tallada con matiz artístico, incrustada en el verde, en el paisaje anexo al estadio, con una leyenda en bronce similar a esta  :  "In Memoriam >> No ano 2010, em que o S. C. B. alcançou a melhor classificação de sua história : em lembrança de todos os adeptos do Sporting de Braga já falecidos. Eles não puderam viver esta alegria, mas sem o apoio que eles deram ao ENORME jamais poderíamos ter chegado até aqui..."

Ser agradecidos y reconocidos a quienes antes de nosotros fueron... es algo que en la Vida jamás debe dejarse de lado. El Sporting de Braga jamás debería olvidar a todos aquellos que como el Cónego Melo hicieron profesión de fe en los colores arsenalistas y predicaron a los cuatro vientos el braguismo, como el día aquel en el "Inácio", en que estrechando mi mano, don Eduardo me dijo : "Todos somos pocos para empujar al Braga..." 

EUGÉNIO EIROA